Safia Reazi: Beca destacada
La lucha financiera para continuar con la educación es una realidad para muchos, incluido yo mismo.
Safia Reazi siempre había querido dedicarse a la ingeniería, pero, al terminar la escuela secundaria, su situación financiera era precaria. No estaba segura de poder continuar sus estudios universitarios sin tomarse un tiempo libre, y una decisión así probablemente hubiera descarrilado sus planes por completo.
Según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Educación, sólo el seis por ciento de los estudiantes que se tomaron un año o más de descanso después de la escuela secundaria obtuvieron una licenciatura cuando tenían entre 25 y 26 años de edad.
Pero Safia estaba decidida. Solicitó la beca Ventura College Promise Grant y le pagaron su primer año en la universidad. Durante su primer año, Safia solicitó el Programa de Becas de la Fundación Ventura College (la primera beca a la que solicitó) y fue seleccionada para recibirla.
“La lucha financiera que supone cursar estudios es una realidad para muchas personas, incluida yo misma”, afirma. “Cuando recibí la carta en la que se me comunicaba que había recibido la beca, me sentí eufórica. Saber que no tenía que preocuparme por la matrícula ni por cómo iba a comprar mis libros u otros materiales de clase era una carga inmensa que se había quitado de encima y, como resultado, me permitió centrarme inmediatamente en intentar destacar en mis clases”.
La beca resultó ser justo el impulso que necesitaba. Safia completó tres años en Ventura College, en sus propias palabras, relativamente rápido y sin estrés.
“La beca ha renovado mi motivación para completar mi educación superior y obtener mi título en ingeniería”, añade.
Ser mujer en el campo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) tiene sus desafíos, dice Safia.
“Ver la escasez de estudiantes mujeres en mis clases me hizo darme cuenta de que el camino para convertirse en ingeniero, especialmente para las mujeres, es especialmente arduo”, observa. “Puede resultar intimidante e incómodo”.
Sin embargo, la beca Promise Grant y la subvención le ofrecieron más que un simple apoyo monetario: también le proporcionaron un camino hacia el estímulo emocional.
“Cuando asistí al almuerzo de becas, conocí a muchos de los generosos donantes que depositaron su confianza en estudiantes como yo, y en ese momento me di cuenta de que personas completamente desconocidas habían creído en mis aspiraciones”, dice Safia. “Creían que podía alcanzar mis metas y tener éxito, lo que me ha dado la confianza para seguir adelante y hacer realidad mis sueños”.
Safia aspiraba a obtener un título en ingeniería como medio para comprender mejor el mundo.
“La ciencia y las matemáticas me entusiasman, pero la verdad es que son secundarias en comparación con las oportunidades que me brinda la educación superior para hacer el bien; eso es lo que me motiva”, dice Safia. “Estoy emocionada por ver lo que me depara el futuro”.